Vino para quedarse. Hablamos, como muchos intuís, del comercio electrónico en nuestro país. Una modalidad de compraventa que en sus comienzos encontró determinadas dificultades, pero que ha terminado solventando. La desconfianza inicial de los internautas, motivada por la posible existencia de fallas de seguridad, fue uno de ellos. Un problema que ha sido superado con éxito y que nos mueve a reflexionar sobre el presente y el futuro del e-commerce dentro de nuestras fronteras.

Comenzando por la importancia que supone para las empresas. De hecho, éstas tienen que ser conscientes de que la realidad presente y la ubicada en el horizonte pasa por estar presente en la red y utilizar las posibilidades que brinda el comercio electrónico para sus respectivos negocios debido a que cada vez son más los internautas que utilizan este soporte para realizar sus compras.

Así, analizando las cifras que registra el comercio online en nuestro país, todo hace presagiar que su crecimiento seguirá una tendencia creciente en los próximos ejercicios. Eso es lo que se desprende de los datos registrados en los últimos años, que devuelven un crecimiento constante de dicho indicador. Un aumento anual de entre el 15 y el 20% según el último estudio del ONTSI.

De hecho, el volumen de negocio que supuso el comercio electrónico en España en 2012 fue de más de 12.300 millones de euros, siendo más de 15 millones los consumidores que optan por este soporte para realizar sus compras. Una cifra que en los meses que restan de este 2014 será de un 13% superior.

Pero la radiografía del comercio electrónico en España no acaba aquí ya que hay que tener en cuenta, y mucho, los indicadores que se refieren al perfil del comprador, que opta por comprar en sectores concretos (tecnología, contenidos y viajes) por un importe que aumenta año a año y que en la actualidad se sitúa en los 800 euros de media.

Pero, ¿cuáles son los rasgos que diferencian esta forma de compra con respecto al método tradicional? En este sentido, las razones que esgrimen los internautas para decantarse por el comercio electrónico es la comodidad que les supone realizar sus compras, los precios altamente competitivos y las ofertas que encuentran en la red.

Teniendo en cuenta este panorama, al que hay que añadir el cambio que en los últimos meses ha supuesto la incidencia de los dispositivos móviles y el volumen de negocio que éstos generan (se estima que en 2017 sea de 1.500 billones de euros a nivel mundial), el comercio electrónico se configura como una vía altamente productiva para las pymes españolas.

Pero para beneficiarse de estos datos, es vital que las empresas de nuestro país se sumerjan en la dimensión digital y diseñen una estrategia de marketing online adecuada a sus características, diferenciaciones y objetivos. ¿Te animas a iniciar esta aventura con tu empresa?

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