A nadie se le escapa que los horarios en España son muy distintos a los del resto de Europa. Dormimos menos, trabajamos más horas, comemos tarde, trasnochamos etc. Se trata de una cuestión general, que forma parte de las costumbres españolas y que afecta, especialmente, al ámbito laboral.

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización con los demás países de la UE (ARHOE) es la asociación que trabaja por lograr la optimización y adaptación a Europa de los horarios de nuestro país.

Esta organización acaba de presentar el libro Por la productividad, racionalidad y flexibilidad en la empresa española, una obra editada por esta asociación, que defiende los beneficios de la racionalización horaria en España y las ventajas de los planes de conciliación de las vidas laboral y familiar.

La CEOE y varias empresas ya se han mostrado partidarias de la modificación de horarios, como mecanismo favorecedor de la productividad empresarial, la rentabilidad y la creación de empleo. No en vano y según algunos responsables de la patronal, la racionalización ayudaría a mejorar los resultados empresariales e incrementaría la motivación de los trabajadores. Grandes compañías como Iberdrola, MRW, Banco Santander, La Caixa o Metro de Madrid ya han mostrado su interés por emprender estos cambios horarios, que también beneficiarían a pequeñas y medianas empresas.

Para Ignacio Buqueras, Presidente de ARHOE, se trata de un proceso lento y que debería comenzar en la escuela. Los niños deberían aprender en el colegio las formas de gestionar y valorar el tiempo.

La racionalización de horarios no sólo afectaría al ámbito laboral, también deberían modificarse los horarios comerciales, lectivos, el prime time de la televisión etc.

Parece obvio que los horarios españoles son susceptibles de mejorar, si tenemos en cuenta que en España trabajamos más horas que el resto de Europa y, por el contrario, somos un 15% menos productivos. La irracionalidad horaria provoca, igualmente, mayores niveles de absentismo, estrés, siniestralidad laboral y problemas de salud. Además, se rinde menos y es más difícil conciliar el trabajo con el ámbito personal y familiar.

La optimización de nuestro tiempo parte de una idea básica: el tiempo es un bien único e insustituible al que hemos de dar el máximo valor. Si todas las empresas se conciencian sobre esta cuestión, quizás en poco tiempo los españoles disfrutemos de la distribución horaria diaria ideal: ocho horas para trabajar, ocho para disfrutar de nuestra vida personal y familiar y el resto para dormir.

Fuentes:

http://www.intereconomia.com/noticias-negocios/macro/empresas-abogan-por-flexibilizar-los-horarios-para-crear-20120321

http://www.horariosenespana.es/index.php?module=inicio

http://www.europapress.es/nacional/noticia-rsc-juan-pablo-lazaro-ceoe-vincula-racionalizacion-horarios-productividad-empresarial-20120321150544.html