Tal vez estás pensando si anunciarte en radio o no pero no tienes muy claro por qué. A través de estas líneas esbozaremos las principales ventajas e inconvenientes que tiene la radio desde el punto de vista de una pyme.

Según los oyentes, estamos ante un medio de comunicación cercano, que proporciona compañía. Otras de las cualidades que perciben son la inmediatez, la credibilidad y la imaginación. Es innegable que es un medio muy sugerente y que las “imágenes auditivas” que se generan en la mente del público son muy potentes porque hacen trabajar a la imaginación.

Una de las principales ventajas de este soporte es la alta fidelidad de sus usuarios, que incluyen el acto de escuchar la radio entre sus rutinas diarias, no conciben su vida sin ella y están poco predispuestos a cambiar de emisora.

En España hay cerca de 3.000 emisoras con cobertura diversa: local, provincial, autonómica y nacional. Además, hay emisoras generalistas y especializadas en temas: música, deportes…

Por tanto, la segmentación geográfica es otra de las virtudes de la radio. Una pequeña empresa puede realizar una campaña de publicidad exclusivamente en el radio de acción de su compañía, bien sea en una radio local, por ejemplo, o en la desconexión local de una radio nacional. Hay un amplio abanico de posibilidades para lograr la cobertura deseada para nuestras campañas.

La audiencia escucha la radio en horarios similares a los de apertura de los comercios, por lo que funcionan muy bien las ofertas inmediatas y si anuncias un producto o servicio interesante, los oyentes te proporcionarán una rápida respuesta de compra.

Otra de sus riquezas es la variedad de formatos. Aparte de la cuña, existen diferentes modelos: flash, ráfaga, mención, bartering, entrevista, etc. Todos ellos flexibles en cuanto a duración y contenido.

El bajo coste de producción es una característica a tener en cuenta por las pequeñas empresas, que son conscientes de la importancia de la publicidad, pero tienen presupuestos ajustados.

Ahora bien, uno de los inconvenientes de anunciarse en radio es la frecuente guerra de precios que encontraremos. A menudo no hay un precio “único” para cada formato, sino que nos encontraremos con precios inflados y habrá que recurrir al regateo para lograr un presupuesto asequible para nuestra campaña. Por lo general, cuanto mayor sea el paquete contratado, menor será el precio unitario de la cuña.

La saturación de algunas emisoras propiciará que nuestro anuncio pase desapercibido, por lo que hay que tener en cuenta si programan bloques publicitarios extensos –durante los cuales los oyentes pierden el interés– o bien hacen más pausas, pero de menor duración –y por tanto, nuestro anuncio ganará más peso–.

Por último, la falta de estudios de audiencia fiables a pequeña escala, a nivel local y autonómico, es una gran desventaja, ya que no nos permite hacer una investigación correcta del impacto de cada emisora en nuestro público objetivo.

Isa Díaz González.

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