¿Se puede innovar con un proyecto de tienda online? Sí, por su puesto que sí, la plataforma en línea es, por diferentes motivos, lo de menos, lo importante es, como casi siempre, la idea de negocio que es la que puede marcar la diferencia.

¿Y cómo se innova con una tienda online para competir con los grandes? Haciendo apología de los tonos poéticos, con olfato y con vista. El olfato para descubrir qué aspectos son los que descuidan los grandes del e-commerce y la vista para ver esos resquicios por los que se les van o no ganan clientes.

Y con esa información, definir los recursos para un proyecto que aporte soluciones reales y comprometidas con el cliente objetivo.Y si me apuran, además, empleando los otros sentidos que se me quedaron atrás. Con gusto, con una tienda bien estructurada y bien llamativa; con tacto, para no descuidar nunca las formas ante un cliente usuario de Internet ya suficientemente formado y batido en mil batallas en línea.

Usuarios a los que, como comentamos, probablemente los grandes del comercio electrónico no les den esas atenciones personalizadas que se diluyen entre tantos recursos automatizados de plataformas clonadas.

Esa es una fórmula sencilla para innovar, el trato personalizado capaz de superar los vicios tecnológicos y la no respuesta del otro lado. La que frustra cuando parece que juegan con tus espectativas a costa de tu dinero.

Pero hay más. Innovar no quiere decir dejar a un lado lo que funciona.

Una tienda online eficaz desde el punto de vista del vendedor es la que lleva a los usuarios a encontrar lo que buscan, sin atajos, sin enlaces gratuitos, con el menor número de clicks posibles.

Y de un paso a otro, sin que el usuario tenga que pensar. De manera intuitiva. No hay que olvidar que las ventas online hace tiempo que se han dejado ver también como compras por impulso y esa tendencia va a más. ¿La idea?: Facilitar las compras rápidas.

En esto de facilitar la circulación del comprador en la tienda en línea, juega un papel importante lo que también funciona. La gama de colores, la tipografía, colocar o no, en un lado o en otro, a izquierda a derecha, arriba o abajo, cada uno de los recursos que permiten encontrar los productos.

Cada uno de esos elementos, y hasta la calidad de las fotografías, hace mucho por la navegabilidad. ¿Otra idea?: Humanizar las fotos, trabajarlas para dar vida a los productos.

El objetivo sí, es vender, pero también mantener la misma coherencia formal e idéntica usabilidad, tanto en las páginas del catálogo de los productos como en la que se usa como punto de reclamaciones.

A estas alturas del artículo, ya habrá quedado claro algo, creo. La idea de que la motivación para innovar con un proyecto de tienda online alternativa también forma parte del plan de negocio, aunque no aparezca en él una línea que lo describa.

Ese mismo amor por el proyecto es el que no debe decaer nunca en un aspecto del desarrollo posterior y del día a día de la tienda online que quiere colarse por las rendijas de las grandes.

Ese aspecto fundamental es el de mantener VIVA la tienda. Viva en el sentido de aportar cosas nuevas, proponer ofertas en continuo, realizar cambios en el formato de la publicidad, mantener los foros bien contestaditos y a tiempo y el trabajo de promoción en las redes sociales siempre al día.

Y hacerlo de forma personalizada, que el cliente entienda que le hemos dedicado un tiempo a sus necesidades de compra.

Salpicado todo siempre de ese sentido emprendedor que se le supone a quien ha dedicido echarle un pulso a las grandes tiendas online con sus opciones y pasando por encima de sus debilidades (las de las Amazon, por supuesto).

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