Los últimos cambios en Facebook no han dejado indiferente a nadie. La red social está tomando un camino que no a todos gusta.

Facebook, como cualquier plataforma comercial social media de la Red, ha de inventarse, o más bien, reinventarse cada cierto tiempo para seguir generando interés, confianza y la impresión , en este caso, de que su uso es realmente útil. Esta es la razón de que sea normal que, de vez en cuando, se produzcan cambios en Facebook.  Se trata de una regla base del mercadeo, menear a la clientela con nuevas fórmulas o con simples lavados de cara.Y es que todo lo nuevo es atractivo, y lo que no es nuevo, si se presenta como novedad, lo parecerá por inercia. Una fórmula que la publicidad agota hasta agotarnos.

Sin embargo, vemos que algo no cuadra en este esquema y en relación con los últimos cambios en Facebook. Después de las últimas maniobras para alcanzar la refinanciación de la plataforma, los gestores del gran social media Facebook han de rendir cuentas para hacer más atractivo el producto, esta vez no a los usuarios, como generar un atractivo para los inversores. O lo que es lo mismo, beneficios.

En las últimas semanas, hemos asistido a cambios en Facebok como la promoción de la publicidad que buscan monetizar las acciones de marketing social media con esta red. Los casi mil millones de usuarios mundiales de Facebook han podido notar cómo sus entradas de contenidos se sugieren como acciones de publicidad de forma automática, justo a la derecha de donde se puede visualizar.

También son estrategias de monetización de los recursos gratuitos de Facebook otros recursos menos visibles que ahora se ven como complementarios pero que seguro que están en el comienzo de su recorrido comercial.

Es evidente, por ejemplo, cómo algunas de las aplicaciones de marketing online emiten mensajes no sugeridos incitando a una participación que deriva en afiliación, registro, y opciones a posibles servicios de manera más agresiva.

No se trata tanto de acciones salidas de los intereses de los promotores de las aplicaciones, que sí, que también, como de las facilidades para acomodar estrategias como digo más agresivas por parte de los titulares de esas aplicaciones, sino de las facilidades que Facebook les ha otorgado en esa línea de mejorar el retorno económico por el uso de su canal.

El resultado es una interacción que puede resultar molesta para los usuarios de Facebook, a la que no estaban del todo acostumbrados, y que se percibe como un cambio que no se siente como una mejora, sino como una interferencia. Lo dicen machaconamente los foros ajenos a Facebook.

La última palabra de estos cambios en Facebook la tienen en todo caso los más de 550 millones de usuarios de Facebook que interactúan a diario con su red de contactos, la de la 'F' en azul neutro y el pulgar levantado hacia arriba, en señal de 'Me gusta'.

La pregunta es, a la vista de lo visto, y a la vista de esta tendencia de monetización urgente, cuántos dedos de internautas se levantarían para calificar estas fórmulas con un 'Me gustas más ahora Facebook'.

Facebook, así, no me molas.