Borja Sémper, el político que dice lo que piensa.

Pleno verano en el centro de Madrid. Vasco, joven y con esencia propia. Natural. Su mirada transmite cercanía. Escucha, observa y responde sin complejos. Es liberal y se define como alguien normal intentando hacer algo excepcional. Estudió Derecho, y lleva la política en la piel, la ha sufrido en primera persona y forma parte de la generación de Miguel Ángel Blanco. Para él, el futuro tiene que construirse entre todos y nosotros nos sumamos a su filosofía. Hablando claro, entrevistamos a Borja Sémper (@bsemper).

En 1992 conocíamos a Borja Sémper a través una carta publicada por “El País” donde un joven de 17 años expresaba sus ideas con libertad en un lugar que parecía carecer de ella. ¿Qué le lleva a ese adolescente a meterse en política en una época tan difícil y en un lugar tan complicado?

La rebeldía, las ganas de cambiar las cosas y sobre todo el no aceptar vivir callado y sin libertad en mi propia tierra. Hay que recordar que en aquella época no sólo ETA asesinaba sino que su entorno, como en buena medida, en algún reducto queda, impedía hablar en libertad imponiendo un nacionalismo obligatorio. Ante eso, un joven de 17 años se rebela y yo me rebelé influenciado por la figura de Gregorio Ordoñez, que era lo que yo soy ahora cuando le asesinaron, presidente del PP de Guipúzcoa y portavoz parlamentario.

En tu libro hablas de “Libertad sin complejos”, ¿Cuál es el significado? ¿Hay demasiados complejos en la política española?

En la política española hay demasiado corsé, demasiado sectarismo y mucha trinchera. Yo lo que creo es que a la política española le falta y necesita naturalidad. Yo soy de los que cree que cuanta más naturalidad halla en la política antes volveremos a conectar con los ciudadanos. Estamos en un momento en el que parece que estar de acuerdo o no, es secundario, siendo importante. Es secundario porque ni tan siquiera nos escuchan. El mensaje de los políticos en demasiadas ocasiones suena enlatado y los políticos debemos ganar autenticidad para que la gente nos escuche. Hay complejos porque no se ha dado la batalla ideológica y no se ha hecho pedagogía política del liberalismo. En este país hablar de determinadas cosas y etiquetarte de una manera parece que te convierte en un bicho raro y no lo es. Somos herederos, todos, de una corriente políticamente correcta en torno a la socialdemocracia y yo creo que eso es un atraso.

A contracorriente, a veces luchas por cambiar tu propio partido y así lo has manifestado públicamente, ¿te has sentido alguna vez una oveja descarriada en tu propia casa o eres un político que dice verdaderamente lo que piensa?

No, yo no quiero luchar por cambiar mi propio partido sino lo que quiero es colaborar para que mi partido mejore y evolucione con la propia sociedad y se adecue a las exigencias reales que demanda la sociedad española. Un partido político que no evoluciona, al igual que una persona, es un partido político muerto. Por ello, creo, que no sólo mi partido sino todos, y todos aquellos que nos dedicamos a la política, debemos estar en permanente conexión con la ciudadanía y evolucionar con la propia sociedad, yo el primero. Una de las principales utilidades que debemos tener individualmente aquellos que nos dedicamos a la política es tener una singularidad. Tú cuando militas en un partido político, militas en un partido y no en una secta, y yo, personalmente, soy de los que cree que las siglas tienen que perder su peso. Los partidos políticos tienen demasiada influencia en España y en la sociedad española. La singularidad de quienes militamos activamente en un partido político se tiene que traducir y se tiene que demostrar aportando puntos de vista diferentes. Viva el matiz, viva el detalle y viva la singularidad de cada uno.

En websa100 realizamos un estudio que media la presencia de los Diputados españoles en redes sociales, y a la luz de los datos el partido de Gobierno es el que menor presencia tiene. Apenas el 50% de los Diputados populares posee presencia online, ¿Por qué a diferencia de otros grupos a los partidos más moderados les cuesta tanto comunicar?

Buena pregunta. Ha cambiado mucho todo y también las herramientas a través de las cuales nos relacionamos con los ciudadanos. Aunque los medios de comunicación tradicionales siguen siendo importantes, ahora la gente ya no espera a recibir la información sino que la va a buscar. Hay una sociedad más crítica, es una sociedad más informada. Además es una sociedad que quiere participar en ser escuchada. La democracia representativa tiene una necesidad de ser reformada y te lo explico. Hasta ahora la democracia representativa se basaba en el yo voto y tú gobiernas. La reforma, a mi juicio, de la democracia representativa, tiene que ser yo voto, tú gobiernas, pero en conexión conmigo y para eso las redes sociales e internet son fundamentales. No entiendo porqué los diputados de mi partido presentan estas cifras tan pobres. No es que sea una necesidad, es que es una exigencia estar, y no sólo eso, sino además es una exigencia utilizarlas bien correctamente. - ¿Influye la cuestión generacional? – Bueno, ello quizás explica el porqué. Probablemente alguien que esté en la cincuentena, no ha experimentado la inmigración digital. Hay otra generación, es cierto, pero ello no quita para que no sea obligatorio adaptarse. Las redes sociales no son un juego ni un capricho sino que son una herramienta de comunicación fundamental que ya lo es y que en un futuro inmediato lo será mucho más.

En la era de la tecnología, ¿Cómo utiliza Borja Sémper las redes sociales para conectar con la ciudadanía?

En mi caso creo que soy atípico porque el mayor porcentaje de mis tuits publicados no están relacionados con la política. Soy una persona que da su correo electrónico, siempre que previamente me lo pidan y creo que es relativamente fácil contactar conmigo (@bsemper) . A mí me gusta interaccionar con la gente y además considero que es mi obligación. Pero tengo la gran suerte de que me gusta interaccionar con la gente y uso las redes sin hacer proselitismo, compartiendo mis opiniones de manera personal y siempre respondo salvo a los cafres.

 En tu Twitter hablas de política, arquitectura, liberalismo y Woody Allen, pero ¿cómo se define Borja Sémper en 140 caracteres?

En este aspecto no soy tan bueno resumiendo – sonríe - pero por darte una frase pretendidamente redonda te diré que soy un tipo normal intentando hacer algo excepcional.

Pedro Sánchez, Alberto Garzón y tú mismo sois modelos de jóvenes comprometidos, atractivos y con pinta de romper con el pasado, ¿ser joven está de moda o forma parte de la regeneración? ¿En esta regeneración hacia dónde vamos?

Personalmente no creo en la juventud como un valor en sí mismo. Ser joven aparte de ser algo que se pasa, que se cura, puede aportar mucho, pero ojo, no caigamos en el error de buscar políticos jóvenes y guapos que den buena imagen. Necesitamos políticos solventes, formados y con sentido común y criterio. Yo quiero gente con criterio en política. Está bien tener políticos que respondan a una estética determinada pero es mucho más importante el contenido y quizás en este momento se está sublimando demasiado la imagen por encima de lo que verdaderamente importa, el contenido en el mensaje y en el discurso.

Finalmente, tu proyección fuera de País Vasco cada día adquiere una mayor relevancia, por lo que ¿darías el salto de Vitoria a Madrid para ocupar un puesto de mayor importancia? ¿Cómo enfoca Borja Sémper su futuro profesional?

Tengo un problema con esta pregunta porque te diga lo que te diga va a parecer que no te digo la verdad. La política es imprevisible y hacer cálculos en política te desvía del día a día. Mi día a día está en Euskadi y colaborando con el Partido Popular a nivel nacional en los medios de comunicación donde quieran que vaya. La política desgasta y yo llevo muchos años en circunstancias muy extremas y es verdad que ahora que hemos encendido las luces al final del túnel con respecto a ETA, que aunque falta que se disuelva, ya no asesina, uno se plantea descansar, aunque rápidamente se me olvida porque la política me apasiona y me encanta lo que hago. - ¿Entonces puedes considerar que tú ya has cumplido? – He cumplido con una parte que para mí era fundamental como lo era luchar por que la libertad llegase a Euskadi. No hay libertad plena y aún queda trabajo por delante, por ello considero que mi sitio está en Euskadi y el día de mañana, ya veremos. Aunque no me importa tanto lo personal como que seamos capaces, de verdad, entre todos, cada uno en el papel que le toque, de volver a prestigiar el ejercicio de la política y que la gente vuelva a confiar en sus políticos, independientemente de que partido sean.

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