Juan Segovia Noriega, el diputado socialista más joven de la Asamblea de Madrid.

Dentro de nuestro ciclo de entrevistas políticas, en esta ocasión hemos entrevistado a Juan Segovia Noriega (@JuanSego82). Juan es diputado socialista en la Asamblea de Madrid, Portavoz de Juventud del Grupo Socialista y el Diputado más joven de toda la Asamblea. A Juan lo hemos visto enfrentarse en medios de comunicación hostiles a su pensamiento contra periodistas que se creen poseedores de la verdad absoluta. Sin embargo, Juan no ha tenido ningún tapujo en respondernos a nada de todo aquello que le hemos preguntado, todo lo contrario, su labor de servicio, la predisposición mostrada y su trato cercano en todo momento, nos ha conquistado. Aquí os dejamos su entrevista.

La palabra de moda es la “casta”, políticos que nacen en las juventudes de los partidos y se aferran a un sillón para toda la vida, ¿Político por vocación o de profesión político? ¿Qué le lleva a Juan Segovia Noriega a dar el salto a la política?

En primer lugar considero que la palabra “casta” es una tontería aplicada a la política española ya que una casta por definición es una estratificación a la que se pertenece por nacimiento, cosa que existe en países subdesarrollados pero no en una democracia como la nuestra. En una democracia ocupan los cargos públicos quienes los ciudadanos decidan que los ocupen, aunque estoy de acuerdo en que hay que hacer más democrático este país y fomentar la conexión entre ciudadanos y gobernantes. Pero por mucho que algunos se empeñen aquí no existe ninguna casta, sino un régimen democrático elegido por los españoles. Soy político por vocación, sí, ya que desde pequeño he querido dedicarme a la función pública y servir a los ciudadanos a través de la política.  Quiero contribuir a la mejora del bienestar de todos los ciudadanos y la política es un servicio público a los ciudadanos. Lo que dure depende de ellos. En cualquier caso no me veo toda la vida dedicándome a la política. Estudié derecho, después me he dedicado a otras funciones y volvería al mercado laboral sin ningún miedo y sin atornillarme a un sillón.

¿Qué les diría Juan Segovia Noriega a esos jóvenes universitarios que buscan su primer empleo, trabajan como becarios y ven que casos sonados de jóvenes en los partidos perciben sueldos desorbitados sin haber estudiado ni tener un título universitario?

Yo cobro como Diputado alrededor de unos 3.500 € y considero que esto no es justo ni injusto, lo injusto es que haya jóvenes empleados por 400€ realizando horas y horas de trabajo precario. Debemos acabar con el empleo precario, con el empleo temporal y desde luego con el fraude de ley que algunos empresarios cometen con jóvenes trabajando en condiciones de casi esclavitud. La nómina de un Diputado es alta en función de con que se compare y desde luego en España no tenemos políticos bien pagados en comparación con el resto de Europa. Pero desde luego, aquí nadie se queja y yo mucho menos que nadie sabiendo cual es la situación. Si hablamos de los asesores y cargos de confianza estoy de acuerdo que a eso hay que meterle mano. Debemos clarificar esta situación, cuantificarla y poner orden en algunas Administraciones sobre infladas y que en muchos casos responden a los interés de los partidos y no de los ciudadanos.

Una de los instrumentos básicos en los procesos de participación social en la actualidad son las redes sociales, ¿es Juan Segovia Noriega un político conectado a la red? ¿Cómo interactúa con sus seguidores?

Si, procuro estarlo y todo depende según con quien se me compare. Probablemente estoy más conectado que la media de mis compañeros en este Parlamento, aunque siempre podría estarlo más. En cuanto a como interactúo, la última iniciativa que he llevado, que denuncié ante los medios y que trasladaré al Parlamento de Madrid, viene de una denuncia de una persona a la que seguía por Twitter. Esta persona denunciaba en la red que en una Biblioteca de esta Comunidad había libros que hablaban de la homosexualidad como una enfermedad que se podía tratar y curar. Indignado, ello sirvió para llevar a cabo una investigación con una denuncia pública y que se trasladará próximamente en una iniciativa parlamentaria; por lo que creo que es una buena forma de interactuar. Las redes sociales nos llevan a ello, son los ojos de una sociedad que puede denunciar lo que sucede.

Aunque sé que no es su caso, la comunicación es la asignatura pendiente de muchos políticos españoles, ¿no tienen tiempo de escribir 140 caracteres de su propia mano sin necesidad de recurrir a un equipo de asesores o es un temor a meter la pata?

En este aspecto, creo que se trata de una cuestión generacional. Hay personas de otras generaciones a las que esto les ha pillado un poco tarde y les cuesta más, y otros pues todo lo contrario. Hemos nacido en la generación de Internet y lo asumimos como algo natural. Por lo que insisto, se trata de una cuestión generacional y seguramente, vosotros que habéis hecho un estudio, si miráis la edad, podréis ver que quienes tienen menos de 40 años tienen una gran presencia y a medida que aumente la edad, disminuye. Uno en la red acaba siendo como es en la vida real, y quién mete la pata en la red, mete la pata en el Parlamento, y mete la pata allá por donde va. (Risas entre nombres off  the record). En la red no se ve nada distinto a lo que hay en la vida real.

Desde websa100 hemos analizado la presencia online de los Diputados españoles en redes sociales y hemos llegado a la conclusión de que existe una desconexión entre políticos y ciudadanos, ¿crees que las redes sociales pueden ser un instrumento de comunicación para acercar la política a la sociedad?

Si, lo creo, y tampoco estoy tan seguro de que exista tanta desconexión más allá de lo generacional. Que son una herramienta útil, sin ninguna duda, que son la única realidad, no. Las redes como todo acaban teniendo algo de burbuja y hay un tipo de gente muy concreta y de un segmento de edad y estatus determinado. Hay quien acaba pensando que en este país sólo ocurre lo que sucede en las Redes Sociales y en este país tenemos a muchos millones de personas al margen de las redes sociales y que también deben ser tenidas en cuenta. Por tanto, tan peligroso es olvidarse de lasredes como hacer de ellas el único instrumento de referencia.

En pleno debate sobre la Monarquía usted ha dicho en Twitter que ser socialista y monárquico es una contradicción, ¿por qué?

A mí me parece que es contradictorio. Bueno, a mi me parece, no, lo es. Es contradictorio porque si los socialistas luchamos por algo, es por la igualdad. Desde el momento que la Jefatura del Estado no es ocupada en igualdad de condiciones por cualquier ciudadano, sino que depende de donde hayas nacido, estamos rompiendo con esa igualdad que los socialistas tanto luchamos. Así, me remito a nuestro fundador Pablo Iglesias que decía que no puede ser que si los socialistas queremos acabar con los reyes en las empresas, los mantengamos al frente de la Jefatura del Estado. Para los socialistas que creemos en el principio de igualdad de todos los seres humanos, la Monarquía rompe claramente con este principio y sobre esto no hay ninguna división. Pero, si puedo estar de acuerdo como dicen algunos, que ni este es el gran problema de este país, ni acabar ahora con la Monarquía nos dejaría en una mejor situación que la que tenemos. Las discrepancias son sanas y me reitero que un socialista por definición no puede ser monárquico.

Finalmente, su futuro promete, es guapo, mediático y tiene tirón, ¿se postula Juan Segovia Noriega como un sucesor de Tomás Gómez en la Asamblea de Madrid?

No, en este momento no. - ¿Y en otro momento? – No, yo llevo tres años en el Parlamento Autonómico y estoy encantado con mi responsabilidad actual. Soy portavoz de Juventud en la Asamblea y para mi es prioritario luchar por los jóvenes madrileños quienes son los grandes dañados y perjudicados de esta crisis económica. Los medios no es lo mas importante, y yo voy a todos los medios donde me invitan. Hay compañeros que no aparecen en los medios de comunicación e igualmente hacen un trabajo magnifico. Estoy muy bien y muy cómodo donde estoy y nunca me he planteado sustituir a nadie.

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