Generar contenido para una red social corporativa no es amontonar información que descargar en el perfil. Esa actitud -muy extendida por cierto- ni es sensata, ni es inteligente. Es contraria a los 'protocolos' de funcionamiento de los social media. En los social media, tal vez se trate de acertar en el corazón de los internautas mientras hacemos de cupidos.

Si queremos generar credibilidad en las redes sociales, deberemos distinguir entre plataformas, ser regulares, serios y constantes con los contenidos y, sobre todo, pautarlos para ser eficientes y diferenciados. Y, éso, dar en el corazón del fan. Como agencia de social media te lo explicamos en pocas palabras:

-Diferenciación de redes sociales. Encadenar los contenidos de las redes sociales generados para una y reproducidos de forma automática en todas, palabra por palabra, punto por punto, está penado por la ley. La ley que imponen los internautas, los fans, los amigos o como se dejen llamar o quieras nombrarlos.

Cada plataforma tiene sus propias fórmulas de comunicación, que pueden ir desde las peculiaridades de las dimensiones del texto, al tono, al acompañamiento gráfico. Así, puedes empezar por desvincular el Twitter del Facebook y deja la reproducción asistida para los laboratorios clínicos.

-No enmudezcas los perfiles sociales. Los perfiles sociales corporativos llevan los contenidos a los agregados, pero también los anagramas, los logotipos, la forma peculiar de comunicar, de llegar, ese tono del que hablamos en línea con el mejor marketing online.

Cuando todo eso desaparece, porque no se publica nada en el perfil, también se esfuman las expectativas que se han puesto en nosotros, las sinergias surgidas, las costumbres adquiridas de forma espontánea por las personas que están agregadas a los perfiles.

Más vale poco y continuado, que mucho contenido a saltos, un día sí y cuatro días nada de nada

¿Una recomendación válida? Tres, cuatro o cinco entradas por día, bien distribuidas. Sólo así existiremos en el imaginario colectivo de la comunidad que hemos formado en las redes sociales. Baltasar Gracián pareció anticipar los social media cuando dijo aquello de 'lo bueno, si breve, dos veces bueno'. Justo.

-Espacio para coger aire. Y si hablamos de seriar los contenidos, un matiz. Hay que dejar espacio de tiempo suficiente entre unos contenidos y otros. Las personas que están al otro lado de nuestro perfil, los que nos siguen, no leen nuestros mensajes en continuo. Ni siquiera los esperan, no están a la expectativa.

Si les remitimos más de los que pueden digerir, sumados a todos los mensajes que reciben, acabarán por seleccionar nuestros tips. Y, en esa selección, perderemos la atención que buscamos. El resultado será que el esfuerzo que hemos puesto en la tarea se desperdiciará porque no nos verán o leerán con el mismo énfasis.

-Seriedad y actitud profesional. Los social media corporativos bien trabajados llevan al público seleccionado directamente a la web corporativa donde podrán encontrar todos los proyectos, artículos y servicios. Por supuesto, con todo lujo de detalles, para eso se trabaja un buen desarrollo web.

Utilizar las redes sociales para vender de forma directa no está bien visto, también se penaliza.

El proceso que lleva a un fan a convertirse en cliente, pasa por la seducción y la seducción no es otra cosa que el disfrute de un proceso que enamora. De lo que se trata es de enamorar en los social media ¿Listo para cambiar el chip y hacer de Cupido?