Si estás pensando que una url amigable la puedes dejar para más tarde, te equivocas.

Seguro que habréis oído/leído eso de que “tu web sea amigable” muchas veces (probablemente a nosotros) y seguro que estáis pensando en que tu web tiene que ser muy simpática o algo parecido. No estaría mal, pero la “amigabilidad” de una web es mucho más que eso.

Si lo que quieres es salir en la primera página de Google, tener una url amigable es imprescindible. El buscador, como algunos ya sabréis, solo coloca en esa primera página a los resultados que sean más relevantes y útiles para el usuario que busca, por ello nunca coloca en la primera página a webs cutres, ilegibles o que te pierdes nada más empezar a navegar. Pues más o menos de esto va el concepto de url amigable. Vamos a detallarlo más a fondo para que sepáis de qué va la cosa ;)

Existen tres factores principales:

Desde el punto de vista del usuario

La experiencia del usuario en el proceso de navegación

Lo que decíamos, Google solo coloca en los primeros resultados lo que más le vaya a gustar al usuario y todos sabemos que, como usuarios, no nos gustan esas páginas en las que no sabes avanzar, te pierdes cuando das un paso o no te llevan a dónde quieres al pinchar en un enlace.

Todo esto se considera una navegación pésima y, aunque hablemos desde el punto de vista del usuario... ¡Google también lo tiene en cuenta! Y es que qué no tendrá en cuenta este gigante...

Desde el punto de vista del buscador

Rastreabilidad e indexabilidad del contenido

Esto suena a chino, pero realmente lo que vas a hacer consiguiendo una url amigable es “ponérselo fácil a Google para que entienda de qué va nuestra web”, ¿y cómo se hace esto? Existen múltiples factores para conseguirlo, la mayoría de ellos muy técnicos y que requieren conocimientos avanzados, pero no está de más que los conozcas si tienes una página web. Podemos destacar las urls ¿cuántas veces has visto una dirección web llena de símbolos y números? Esto a Google no le gusta, lo que le gusta es que en tu url guíes al usuario para que siempre sepa dónde se encuentra.

Por otro lado podemos destacar la arquitectura, es decir, que la secciones y subsecciones de tu web estén bien ordenadas, con lógica, con un menú claro y con el número de clics estrictamente necesario para llegar al nivel inferior o superior de la página. Los enlaces rotos o las famosas páginas de “No se puede encontrar el sitio web” también penalizan en el posicionamiento, por no hablar de las páginas que tardan medio siglo en cargar o los contenidos duplicados, vamos, el “corta y pega” de toda la vida.

Relevancia de la web

Para que entendáis mejor el concepto de url amigable, ¿cómo os sentaría si buscáis en Google “folios para impresora” y os salen resultados de vacaciones en la playa? Este sería un resultado poco o mejor dicho, NADA relevante (además de que os quedaríais sin folios). Pues esto es lo que trata de evitar Google, por ello tiene en cuenta factores como las palabras clave. Estas son los términos que los usuarios escriben en el buscador cuando quieren encontrar información en Google. Tu página web debe contener términos lo más parecidos posible, o lo que es lo mismo, la temática de tu web debe ser relevante en relación al término de búsqueda (palabra clave).

En torno a la relevancia lo que más influye es el contenido. Google no quiere mostrarle a sus usuarios resultados cutres o textos vacíos de significado, por tanto este es uno de los factores que más importancia tiene. Un consejo ¡trabaja tus contenidos y textos como si fueran tu bebé!

Seguramente después de toda esta información os hayáis quedado a cuadros, y no me extraña. Como os decíamos, una url amigable es un concepto bastante técnico en el que necesitaréis ayuda de expertos, no obstante, conviene que sepáis las bases fundamentales para que, perdón por la expresión, no la pifies en vuestra web, sobre todo si vais a empezar a construirla de cero. No es tan difícil como parece, todo es ponerse ;)

Imagen de cortesía de Shutterstock