¿Está la caída de Facebook más cerca de lo que pensamos?

Puede que Facebook ya haya perdido el relumbre de lo nuevo, que nos hayamos desintoxicado ya por puro aburrimiento y que pasearnos por esta plaza nos parezca un garbeo un poco sobado y carente de estímulos. Ya no queda tan “trendy” eso de decir agrégame a tu Facebook (antaño se decía pásame tu e-mail. ¿Estaremos viviendo la caída de Facebook?

Pero las modas se desfasan (¿Facebook se asemeja a un pantalón de campana de los Bee-Gees?) y hasta la salida a bolsa de la famosa red social no fue el gran debut bursátil que se auguraba. Debutó, sí, pero no arrancó “oh, la, las” de los inversionistas, sino más bien “¿ya estás aquí? En fin, tu mesa es la del fondo”.

La caída de Facebook puede ser una realidad, de hecho, sus acciones perdieron un tercio de su valor desde su estreno en Wall Street. Aunque las últimas noticias subrayan que el descalabro lo cocinó un banquero algo negligente. Al parecer, un empleado de Morgan Stanley, un tal Michael Grimes insistió a un alto ejecutivo de Facebook que le permitiera ser el "único conductor" de la salida a bolsa de la empresa, añadiendo que si la operación salía mal, él pagaría los platos rotos. No sabemos si ya anda comprando una vajilla nueva, pero independientemente de estos datos, la verdad es que la red social empieza a perder militantes.

No en vano, su tasa de natalidad tan desbocada pierde fuelle, será que las hormonas decaen tras la adolescencia y entran en la confortable madurez de un matrimonio de cierta edad. Así que su población ronda los 850 millones de usuarios, pero ya no se puede rascar más; se acabó el engendrar nuevos habitantes. A no ser que se declare un baby boom de carácter mundial o los extraterrestres negocien con Zuckerberg la compra del invento. Entonces, el asunto se tornaría interplanetario... Divagaciones aparte, resulta que tocar techo es ley de vida, que todo lo que se expande luego se contrae y que se desintoxiquen de ti y que te abandonen porque se acabó la pasión..., pues también resulta de lo más normal, así que la caída de Facebook puede que sea inevitable.

Según recoge una encuesta , un 34% de los usuarios de Facebook pasa menos tiempo que antes en la mencionada red social. Los motivos son simples: están cansados de Facebook.

El desencanto empezó a nacer en Norteamérica el año pasado, donde el invento de Zuckerberg lleva más rodaje: “Más de 7 millones de usuarios activos en los Estados Unidos y Canadá dejaron Facebook en sólo un mes, según datos del blog Inside Facebook, una gran caída de Facebook, sin embargo la red social rechaza estas cifras. Según datos compilados por la firma de investigación comScore el número de usuarios en Estados Unidos de Facebook se redujo en mayo de 2012 frente a abril y marzo, en la última señal de que el crecimiento de la mayor red social del mundo podría estar estabilizándose.

Por lo tanto, quizás nuestro amor por el “libro de caras” empieza a perder enteros. Nadie le dio el “sí, quiero” en el altar, pero permitimos convertirnos en su pareja de hecho coyuntural. De modo que los consumidores imponemos también fechas de osbolescencia programada a los productos que nos venden. Tal vez se la estamos poniendo a Facebook, aunque nos lo quieran vender como producto no perecedero. ¿Qué creéis vosotros? ¿Está cerca la caída de Facebook?